Claudia Isac Jiménez
03 Mar
03Mar

Hablemos un poquito sobre el significado, características e importancia de los juegos cooperativos, sin olvidar dar una pequeña pincelada de su antónimo, los juegos competitivos. ¿Te apuntas? Pues … ¡Sigue leyendo!

Hoy en día se oye hablar de la riqueza que tienen los juegos cooperativos, y es que, como todo juego de mesa, tienen una riqueza enorme, pero parece que se les otorga mayor importancia que a su gran competidor;  los juegos competitivos. 

Pues bien, ahora profundicemos un poquito más sobre los juegos cooperativos para que así podamos entender mejor la riqueza que tienen. Estos juegos son aquellos que permiten una ayuda o trabajo en equipo entre los participantes y no una competición. Se debe trabajar en conjunto para lograr conseguir un objetivo en común. En estos juegos no hay un ganador ni un perdedor, si no que todos reman sobre el mismo barco, por el mismo río, hacia un mismo objetivo, con el gran placer de jugar y compartir.


Cada participante ofrece su riqueza personal y sus habilidades para “ competir”  en equipo contra algún elemento no humano u contra otro equipo. De esta manera, se fortalecen los equipos con las riquezas que ofrecen cada uno de sus integrantes.

La cooperación en la infancia es muy importante porque enseña a los más pequeños a valorarse a sí mismo y a amar las posibilidades y las habilidades que tiene para compartirlas con los demás. De este modo, uno acepta y respeta las habilidades de los demás, creando un ambiente de respeto y armonía muy necesario a estas edades. Además, crean un ambiente rico en competencia lingüística en el que se comunican de forma correcta para poder llegar a un entendimiento y acción en común. Los juegos cooperativos ayudan a establecer relaciones sociales solidas creando unión y valorando la necesidad de la amistad, el respeto mutuo y el llegar a un acuerdo ente todos mediante la puesta en común de ideas, valoración respetuosa de esa gran variedad de ideas, llegando a una conclusión acordada entre todos.

Los juegos cooperativos, constituyen una apuesta por jugar con, en lugar de jugar contra, logrando un objetivo común con la suma de todos.

En la práctica diaria con los peques es fácil y necesario crear juegos cooperativos que impliquen ponerse en el lugar del otro, ayudar al otro y no verse en la necesidad infinita de GANAR. Hay muchos juegos dinámicos infantiles que implican estas acciones “Solidarias” como por ejemplo: el juego de la cuerda en el que se forma un gran equipo que tira de la cuerda frente a otro equipo, trabajando y uniendo fuerzas entre los integrantes del equipo para poder vencer al equipo contrario. El jugar a las palas en la playa y contar cuántos golpes damos a la pelota sin que se nos caiga también es un juego cooperativo.  Se me ocurre otro juego cooperativo al que seguro que muchos hemos jugado: “El teléfono escacharrado” en el que vas susurrando al oído a otro amigo una frase que ha dicho un amiguito anteriormente para ver cómo llega esa frase al último jugador. Cada uno tendrá que poner su granito de arena para que la frase llegue lo mejor posible.


Además, si a la hora de jugar nos encontramos con un juego competitivo y somo “anti competitividad”, siempre podremos machacarnos un poquito la cabeza para darle una vuelta y transformarlos en cooperativo. 

De todas maneras, me gustaría no quitarle importancia ni dejar a un lado los juegos COMPETITIVOS  y utilizarlos en la infancia. La guinda del pastel está en conocer ambas posibilidades de juego y trabajarlas de tal manera que enriquezca la mente del niño tanto en la cooperación como en el esfuerzo y aceptación de la derrota que implica los juegos competitivos.


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